Muchos dirigentes europeos temen que gran parte de los llamados luchadores por la libertad sirios carecen de alguna intención de defender prácticas democráticas, pues gran parte de ellos posee aspiraciones muy distintas, ligadas a corrientes radicales del Islam.
Bruselas, 30 may (PL) Los esfuerzos de la Unión Europea (UE) por crear una imagen distanciada del apoyo a los grupos armados sirios quedaron atrás, después que el bloque diera el visto bueno al levantamiento de prohibiciones para entregarles pertrechos.
Con la formulación esta semana de que queda como una decisión de cada país el suministrar o no armamentos a los subversivos sirios, se inicia una etapa de participación directa de la UE en los esfuerzos para derrotar al gobierno legítimo sirio.
Formalmente, solo Reino Unido y Francia presentaron propuestas para poner fin al levantamiento del embargo unilateral de venta de armas a Siria, impuesto por la entidad comunitaria.
Aunque la más reciente reunión de cancilleres de la UE analizó las negativas consecuencias de suministrar armamentos a grupos radicales, la práctica y denuncias de Damasco demuestran que la situación en el terreno es muy diferente.
Rusia reaccionó con fuerza ante la decisión ambivalente de la entidad comunitaria, precisamente, cuando se convoca a una conferencia internacional sobre Siria en Ginebra que recuerda a la realizada el 29 de junio del pasado año en esa ciudad suiza.
En Ginebra se busca la participación, tanto de representantes del gobierno del presidente Bashar Al Assad como de la oposición, que se muestra muy dividida entre quienes saludan ese esfuerzo de paz y quienes prefieren emplear las armas para derrocar al gobierno sirio.
Desde Moscú, el canciller ruso, Serguei Lavrov, fustigó la opositora Coalición Nacional Siria por sus llamados a condicionar su participación en la conferencia internacional a la renuncia de Al Assad.
Medios de prensa locales consideran que la decisión de Europa, ahora dirigida a fomentar la oposición armada al gobierno sirio, ocurre cuando se perfilan detalles de la conferencia internacional, vista como otra posibilidad de buscar la paz en el estado levantino.
El veredicto de la UE fue prorrogar las restricciones impuestas a Siria más allá del plazo del 31 de mayo, con la excepción del embargo de armas.
Para el gobierno de Damasco, el cese del embargo de armas obstaculiza los esfuerzos internacionales para lograr una solución política a la crisis siria y solo logrará alentar el terrorismo y dilatar el fin del conflicto.
La decisión favorece el nuevo eje europeo de Reino Unido y Francia, en sustitución del formado en su tiempo por París y Berlín, ya probado en la agresión de Occidente a Libia, en 2011, comenta la agencia RAI Novosti.
Pero, al mismo tiempo, deja ver las diferencias internas del bloque, en el cual países como Holanda, Suiza, Austria o la República Checa se oponen al suministro directo de armas a los grupos radicales sirios.
Además, el levantamiento de las prohibiciones de ventas de pertrechos a Siria tendría carácter unilateral, como ya ocurrió en Libia, cuando las potencias occidentales utilizaron esa posibilidad para armar a la oposición contra el líder Mohamad Ghadafi.
Muchos dirigentes europeos temen que gran parte de los llamados luchadores por la libertad sirios carecen de alguna intención de defender prácticas democráticas, pues gran parte de ellos posee aspiraciones muy distintas, ligadas a corrientes radicales del Islam.
La formulación de la UE para poner fin a su medida unilateral de cerrar el ingreso de armamentos a Siria se refiere la puesta en práctica de esa posibilidad solo después de ser discutida por el bloque el 1 de agosto, destacan fuentes de la UE.
De cualquier forma, Europa parece dejar a un lado las caretas de su supuesta imparcialidad en el conflicto sirio y de sus intenciones de presentarse como defensor de una salida negociada a esa crisis.
ls/to