Cualquier negociación, debe ser clara, pública y transparente, con información y participación de la afiliación y consulta antes de la firma de cualquier acuerdo
CrítiCCOOs
EXIJAMOS EL PAGO DE LA DEUDA SOCIAL Y LA RECUPERACIÓN DE
DERECHOS PERDIDOS.
El pasado 18 de Marzo tuvo lugar una reunión entre CCOO, UGT, CEOE y el Presidente de Gobierno después de más de dos años de recortes sociales y de ninguneo hacia los sindicatos. Según las “notas sobre la reunión en Moncloa” distribuida por la Confederación Sindical de CCOO, se recoge la coincidencia de los interlocutores sociales con el gobierno, en la necesidad de abordar nuevamente el Diálogo Social, valorando muy positivamente la inauguración de esta “nueva etapa”.
Para el Sector Crítico de CCOO, dicho encuentro fue un grave error, tanto por el comunicado conjunto redactado, muy en línea con el mensaje mediático del gobierno de recuperación económica y sin incluir ninguna de las reivindicaciones urgentes del movimiento sindical, como por la “foto” distribuida por Moncloa. La fecha elegida fue asimismo totalmente inapropiada: tres días antes de la marcha por la Dignidad, del 22‐M y quince días antes de la convocatoria confederal del 3 de Abril, para expresar el rechazo a las políticas del Gobierno y la Unión Europea.
El 22‐M, cientos de miles de ciudadanos y de trabajadores y trabajadoras se manifestaban en Madrid denunciando las políticas del Gobierno, haciendo visible su descrédito social y su falta de reacción ante la corrupción de su partido y de los poderes financieros. CCOO Confederal ha estado ausente de esta movilización a pesar del trabajo y el apoyo de miles de afiliados y afiliadas.
No podemos olvidar que la reunión se produce en un contexto de continuas y permanentes agresiones con las que el Gobierno del PP viene castigando a la clase trabajadora, y a la ciudadanía en general, que han hecho suframos la mayor brecha social de Europa.
De iniciarse el proceso de “Diálogo Social”, el Sector Crítico de CCOO queremos hacer las siguientes reflexiones.
1. Cualquier negociación con el Gobierno tiene que exigir el pago de la deuda social y la
reposición de los derechos robados durante la crisis.
Hemos de desmontar la falacia del “inicio de la recuperación” que vende el Gobierno. La mejora de algunos indicadores macroeconómicos no puede ocultar las desigualdades sociales que se han ido produciendo, como pretende hacer. No se puede aceptar que el crecimiento económico se construya sobre las espaldas de los más débiles, a base de bajos salarios, desregulación y trabajo sin derechos.
Los recortes en materia de desempleo, pensiones, educación, sanidad, dependencia, I+D+i, etc. nos están haciendo retroceder un siglo, por lo que es inaplazable recuperar los sistemas de protección social, como políticas correctoras en situaciones de necesidad, así como la retirada de la LOMCE y de la reforma de las Administraciones Locales, aumento de las pensiones, derogar las reformas laborales de los últimos años, la eliminación de la “tarifa plana” de 100 € mensuales de cotización a la Seguridad Social (Real Decreto‐Ley 3/2014) que supone otro ataque a la contratación indefinida y la sostenibilidad de la Seguridad Social, que va a hacer que se sustituyan trabajadores fijos por otros sin prácticamente cotizaciones sociales para el empresario con consecuencias gravísimas en los ingresos
de la Seguridad Social y excusa para seguir desmontando el sistema público de pensiones.
Exclusión social y pobreza en aumento: Actualmente hay 3.936.195 de personas en paro, que no perciben prestaciones por desempleo. Las medidas tomadas han empeorado las jubilaciones anticipadas y ponen más dificultades para acceder al subsidio de desempleo de mayores de 55 años.
El 12,3% de la población trabajadora se encuentra en situación de pobreza en 2011. Según el estudio de Foessa, para Cáritas, que acaba de publicarse, 11,7 millones de personas están afectadas en España por distintos procesos de exclusión social, un 60% más que en 2007 y 5 millones de personas (1,5 millones de hogares) se encuentran en situación de 'exclusión severa', casi el doble que hace seis años.
Atendiendo a las personas más afectadas por la crisis y en las que más ha incidido la exclusión social, el estudio indica que el 44% de las personas excluidas tiene menos de 29 años y que un 35% de los niños está en situación de exclusión, más de la mitad de ellos, en exclusión severa, producto, de los recortes sociales, y la reducción de los salarios reales (9% aproximadamente entre 2010 y 2013). Es necesario aumentar las prestaciones y asegurar un salario social para todos y todas.
El objetivo de reducción del déficit público, incluido en nuestro texto constitucional por el acuerdo PP‐PSOE de 2011, debe ser sustituido por políticas que prioricen el empleo y la protección social, y para ello es imprescindible una política fiscal más progresiva.
Los objetivos de las huelgas generales convocadas en los últimos años deben ser la referencia de toda negociación futura.
2. Potenciar las movilizaciones hasta cambiar la política económica.
La estrategia de CC.OO. han de estar anclada en la movilización, con un compromiso sindical real e inequívoco en la defensa de los intereses de la clase trabajadora, huyendo de cualquier estrategia que pueda contribuir al esprestigio y el debilitamiento del sindicato, así como a la confusión y rechazo de los propios trabajadores.
Desde CC.OO. debemos mantener una posición de claridad y firmeza con propuestas a la ofensiva que refuercen los derechos de los trabajadores y aumenten su participación en las decisiones estratégicas y de calado sindical.
Es imprescindible el cambio de política económica y esto solo se conseguirá con la movilización unitaria y continuada de la mayoría de la sociedad. Es por ello que CCOO debemos promover, apoyar y participar de la más amplia alianza de todos los colectivos y movimiento sociales afectados por los recortes, más allá de las cumbres sociales.
Los sindicatos y en especial CCOO se juegan en ello su propia credibilidad y su futuro. Pretender reflotar el Diálogo Social como hemos comprobado estos días, será un ejercicio estéril, que nos restarán credibilidad a CCOO si no va aparejado de una sustancial corrección de la política económica del Gobierno y una reversión de las medidas adoptadas en los últimos años.
Cualquier negociación, debe ser clara, pública y transparente, con información y participación de la afiliación y consulta antes de la firma de cualquier acuerdo
que se lleve a cabo.
Abril 2014