Amplia unidad contra neoliberalismo y autoritarismo encabeza el Frente Guasu.
Mayo 2014
De acuerdo a encuesta realizada por la Fundación CIRD, organización no gubernametnal (ONG) financiada principalmente por entidades de los EEUU de América, el gobierno de Horacio Cartes está hoy fuertemente desgastado y con escasa credibilidad. Esta encuesta confirma la bajísima popularidad de Cartes y es particularmente significativa porque se trata de una ONG cercana al gobierno paraguayo actual.
En relación a la pregunta si el ciudadano “está satisfecho con lo que está haciendo el gobierno de Cartes” respectos a diversos temas, los niveles de abierta insatisfacción (“nada satisfecho”) son altísimos y, más aún, si se agrega la insatisfacción moderada (“poco satisfecho”). La satisfacción (“satisfecho”) o la indiferencia (“ni satisfecho ni insatisfecho”) aparecen con bajísimos porcentajes.
Así, se puede citar que en materia de inseguridad/delincuencia la insatisfacción abierta es del 78% y la total (incluyendo a los “poco satisfechos”) de nada menos que del 91%. Los satisfechos llegan apenas al 5,3%. Algo similar ocurre con la falta de empleo (72% de abiertamente insatisfechos y un total de 88% de insatisfechos; los satisfechos son apenas el 6,8%).
Citando ya tan sólo la insatisfacción total (abierta y moderada), llega al 90,5% en cuanto a la corrupción; 88,5% en cuanto a la salud pública; 83,6% en relación a la educación pública; 88,1% respecto a la pobreza; 89,3% relativo a las drogas/tráfico; 90,1% en cuanto al encarecimiento del costo de vida; 72,3% sobre el atropello a los derechos humanos; 77,3% en relación al escaso desarrollo rural; 85,8% respecto a problemas ambientales; y el 85% en cuanto al déficit de infraestructura y transporte. Como se ve, la insatisfacción del ciudadano va, como mínimo, de un 72,3% en materia de atropello a derechos humanos, hasta un 91% por inseguridad/delincuencia. La satisfacción, en cambio, va de un modesto 13% en materia de derechos humanos a apenas 5,3% en cuanto a delincuencia/inseguridad.
Globalmente, el 78,3% no está satisfecho con el gobierno Cartes y tan sólo un 11,3% está satisfecho. Es extremadamente elevado el rechazo al gobierno de Cartes antes de llegar a escasos 9 meses de gobierno. El 76,4% opina que los principales beneficiados por el gobierno de Cartes son los empresarios, grandes productores agrícolas, ganaderos e industriales.
Estos datos explicitados por una ONG cercana al gobierno de Cartes –lo que no permite dudar en que quiera perjudicarle-- muestran el creciente deterioro de un gobierno que se inició con una popularidad cercana al 50% (Cartes tuvo el 48% de los votos, según resultados finales).
En una encuesta anterior (Última Hora, febrero 2014), tan sólo el 5% opinaba que Cartes era el mejor presidente en los últimos 25 años (sobre 8) y Federico Franco en apenas un 2,7%, en tanto que Fernando Lugo era el mejor Presidente según el 42,8% de los encuestados. El segundo (de los 8 presidentes) considerado el mejor en el último cuarto de siglo era Nicanor Duarte Frutos, con un 21,4%. Vale decir, esta encuesta del CIRD confirma lo que se palpa en las calles: Cartes va cosechando un crecientemente fuerte rechazo.
¿Qué pasó, para que Cartes pierda tan rápido tanta popularidad? Pese al crecimiento económico del Paraguay (13% en el 2013), el empleo no mejoró y, al contrario, creció el costo de vida –en servicios particulamente sensibles, como el transporte público-- reduciéndose al mismo tiempo todo tipo de servicios sociales, como la salud pública, que pasó a estar desfinanciada y sin remedios, en claro deterioro con relación al gobierno de Fernando Lugo. Al mismo tiempo, no se resolvieron los problemas de inseguridad/delincuencia –lo que había sido prometido por Cartes-- y, para peor, se agravó la situación de los derechos humanos, particularmente en áreas campesinas.
Cartes impuso la ley de militarización a una semana de asumir –que criminalizó la lucha campesina-- y la ley de alianza público privada (aprobada antes de los 90 días del inicio de su mandato), lo que generó ya una movilización de 50.000 personas en contra, en todo el país (octubre 2013). El 26 de marzo del 2014, se realizó la primera huelga general luego de 18 años (con más de 80% de acatamiento, paralizando a todo el país), pidiendo la derogación de estas dos leyes. Hasta ahora Cartes no da respuesta a los reclamos sociales y se avecinan nuevas protestas.
El Frente Guasu, desde una situación de persecución y aislamiento luego del golpe de Estado parlamentario (junio del 2012), ha conseguido articular una amplia unidad de fuerzas sociales y políticas que paralizaron el país en la pasada huelga (marzo) y se movilizaron por la liberación de los campesinos detenidos por el caso Curuguaty (abril). ¿Cuáles son las perspectivas? Se prevén nuevas y más amplias movilizaciones, lo que hará progresar la unidad de un frente aún más amplio que el Frente Guasu.