PUNTS DE VISTA
Dice el saber popular que una persona no está definitivamente muerta hasta que nadie le recuerda. Podríamos decir también que alguien puede morir dos veces cuando su labor, su aportación a la sociedad (en el caso de Ernest Lluch, especialmente notable por lo que a la consecución de un sistema de salud público universal se refiere) se intenta destruir de manera zafia, interesada, por motivos que habría que deslindar son sumo cuidado de la prevaricación, dada la plataforma curricular de quien pretende cometer el atentado contra la salud pública.
Es difícil entender que sea el conseller de un gobierno llamado a hacer política económica para el bien común, el que repetidamente se lance a la arena, con maletín de representante de seguros desde su privilegiada plataforma que entre todos costeamos, para intentar destrozar un sistema público de salud como el de Catalunya, respetado y admirado en el mundo a pesar de su escasa dotación presupuestaria -por debajo de la media europea- y nos quiera inocular unas desigualdades (sanidad privada de primera para los bienestantes, sanidad pública con excepción de los procedimientos más costosos, para la plebe) que nada tienen que ver con la equidad del sistema que existe y que es tarea de toda la ciudadanía defender y mejorar. En cambio, Boi Ruiz apuesta por la estafa, por un sistema dual, desigual, contrario de todos los derechos (humanos, ciudadanos y de civilización), en el que la sanidad pública se va demoronando, laminando, despareciendo, para beneficio de unos pocos que controlan la sanidad privada…. ¡Qué pena!
El día que se presentó Dempeus per la Salut Pública en el Ateneu barcelonés, nos contaba nuestra amiga Montse Lamarca (que compartió con Lluch los últimos años de su vida), hasta qué punto Ernest Lluch se había alegrado al eliminar el pago por la donación de sangre cuando era Ministro de Sanidad y había puesto las primeras y fundamentales piedras para la construcción del sistema universal de salud que ahora se ve amenazado por intereses de lobbies tan evidentemente espúreos. Y seguía explicando cómo, al eliminar cualquier contraprestación monetaria por un acto necesario de solidaridad en salud, las donaciones habían aumentado.
Todo lo contrario de lo que pretende Boi Ruiz, que con tasas y precios, “tickets moderadores” y CO-REpagos, abre grietas mortales en el principio de universalidad e inocula el virus de destrucción que acaba con un sistema que –si no lo defendemos con argumentos, razones y toda nuestra fuerza– habremos entregado a quien menos se lo merece.
Si no impedimos que Boi Ruiz y el gobierno de CiU consiguan eliminar este derecho universal en Catalunya, no sólo nos tendremos que replantear muchas cosas acerca de nuestros miedos y nuestra conciencia de ciudadanía, sino que tendremos que lamentar, con tanta tristeza como hace once años, la segunda muerte de Ernest Lluch.
Este es uno de los muchos artículos que explican cómo se juega con nuestra salud, mientras que en esta entrada de Dempeus pueden encontrar muchísima más información al respecto. Etiquetes de comentaris: catalunya, dempeus per la salut publica, Retallades, salut