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21° Seminario Comunista Internacional
Bruselas, 18-20 de mayo de 2012
La relación entre las tareas inmediatas de los comunistas
y su lucha por el Socialismo
Conclusiones Generales
(20 de mayo de 2012)
La crisis generalizada del capitalismo abre la vía al Socialismo
1. La principal tarea de los comunistas en todo el mundo es aclarar la naturaleza de la crisis que golpea al conjunto del sistema capitalista mundial desde hace cuatro años. Promover el análisis marxista de la crisis es una tarea ideológica primordial. Significa ayudar a los trabajadores y los pueblos a entender las causas del cataclismo económico mundial. Se trata de vincular los diversos ataques a que se ven sometidos y la bárbara naturaleza del propio sistema. Supone llegar a la raíz de problemas parciales como la crisis alimentaria o medioambiental, las guerras imperialistas, la polarización de la riqueza y de la pobreza y la crisis del sistema parlamentario y de la ideología burguesa.
2. Esta tarea implica la lucha contra cualquier tesis que niegue el carácter de la crisis como una crisis del sistema capitalista. Nos enfrentamos a una crisis de sobreproducción y sobreacumulación relativas. Las llamadas "burbujas financieras" son el reflejo de esta crisis en la esfera de la circulación. Tras su estallido, la contradicción entre el poder adquisitivo real de las masas empobrecidas y las capacidades de producción superdesarrolladas se hizo más evidente. Esto contradice la tesis de que la crisis no es más que un funcionamiento financiero defectuoso o una "crisis de la deuda". Como demostró Marx, la causa fundamental de cada crisis se encuentra en la contradicción entre el carácter social de la producción y la apropiación privada de las ganancias.
3. Tenemos que luchar contra cualquier ilusión sobre la existencia de "salidas a la crisis" en el marco del sistema. Las medidas aplicadas por la burguesía tienen como objetivo restablecer su tasa de ganancias y salvarse a expensas de sus competidores y de los trabajadores. La socialdemocracia ha demostrado ser, una vez más, una leal administradora del capitalismo en crisis y un protagonista de los ataques contra el pueblo. La quiebra de estas políticas crea un caldo de cultivo para el nacionalismo, la xenofobia y el fundamentalismo religioso y para las ideas y fuerzas neofascistas. La burguesía promueve y utiliza estas tendencias reaccionarias, así como los conflictos étnicos y religiosos, para esconder los antagonismos de clase, mientras que el imperialismo los utiliza para ampliar su ámbito de control. La década de 1930 ya nos mostró hacia dónde nos puede llevar este camino. Los Partidos Comunistas y Obreros se unen en torno a una convicción común: con el fin de liberar a los trabajadores y los pueblos de la explotación y la miseria. Hay que instaurar el Socialismo, teniendo en cuenta todas las lecciones de las experiencias anteriores. La tendencia reformista de izquierdas que defiende que una política keynesiana puede abrir el camino hacia una economía de mercado sin crisis y explotación engaña a las masas.
4. La economía planificada basada en la propiedad colectiva de los medios de producción es la única salida para crear una economía al servicio de las necesidades del ser humano y una gestión sostenible de la naturaleza y de la producción. La derrota del imperialismo y la victoria del Socialismo es una condición imprescindible para una paz duradera entre los pueblos y para construir relaciones internacionales de ayuda mutua, sin dominación ni explotación. Que esta crisis del capitalismo abra nuevas perspectivas para el Socialismo dependerá del papel de vanguardia en las luchas de los Partidos Comunistas y Obreros, de su capacidad de persuasión y de su trabajo organizativo.
Asumir y dirigir las luchas de los trabajadores y de los pueblos
5. La crisis de todas las esferas del sistema capitalista crea nuevas oportunidades para que los Partidos Comunistas y Obreros puedan atraer a las masas hacia la lucha por el Socialismo. Ahora bien, la necesidad objetiva del Socialismo no se convierte en una convicción subjetiva en la mente de la gente de forma espontánea. Cada Partido Comunista y Obrero tiene la responsabilidad de buscar los medios adecuados para aumentar el nivel de conciencia de la clase obrera y del pueblo, para organizarlos y movilizarlos a partir de la evaluación del nivel de organización y de conciencia de las masas, de la correlación de fuerzas y de las características de nuestra época, primero en su propio país. Por otra parte, la contrarrevolución que puso fin al Socialismo en la Unión Soviética y en Europa del Este ha sembrado una gran confusión entre las masas y ha sido utilizada por la burguesía mundial para empañar la imagen de la vía socialista. La crisis generalizada del capitalismo supone una oportunidad para romper en pedazos esta propaganda anticomunista.
6. La mejor manera de lograr que grandes masas adquieran esta conciencia es a través de las experiencias, a través de las luchas de la clase obrera y de los pueblos del mundo, mediante avances parciales y derrotas. Por tanto, es de suma importancia que los partidos dirijan las luchas cotidianas de los trabajadores y de los pueblos, para orientarlas en una dirección antiimperialista, anticapitalista y hacia la Revolución Socialista. A través de la lucha de clases, la clase trabajadora acumula una valiosa experiencia que, junto con la intervención político-ideológica de los Partidos Comunistas y Obreros, contribuye al desarrollo de la conciencia de clase.
7. Los comunistas insisten en fijarse metas que respondan a las necesidades actuales de los trabajadores y sus familias (trabajo, salarios, derechos sociales, servicios público y sociales, educación, sanidad, derecho a la jubilación, vivienda, costo de la vida...). Los comunistas luchan por el derecho al trabajo, por mejores condiciones laborales, por el derecho a la seguridad social, por la igualdad de derechos y de trato entre hombres y mujeres, etc. con el fin de obtener mejores condiciones para la venta de la fuerza de trabajo de los obreros y una mayor protección contra una excesiva explotación de los empresarios. Sin embargo, la posición de la clase obrera como esclava asalariada en las relaciones de producción no cambia y no lo puede hacer, independientemente de cuántos logros obtenga a través de su lucha.
8. Mediante su papel en las luchas cotidianas los comunistas se ganan la confianza de las masas trabajadoras, demostrando que son los mejores defensores de sus intereses tanto generales como a largo plazo. Las masas se preparan para las grandes victorias principalmente a través de las luchas cotidianas y no por la vía electoral. Los Partidos Comunistas y Obreros concurren a elecciones y participan en los parlamentos para ampliar su público y crear mejores condiciones para la lucha de clases, puesto que las masas se dan cuenta de que en el capitalismo nada se adquiere de forma definitiva, más aún hoy, cuando el capitalismo no hace ninguna concesión, sino todo lo contrario, suprime derechos existentes desde hace décadas. Ahora bien, incluso si todas las concesiones son parciales, temporales y cuestionadas inmediatamente, los comunistas se afanan para que las luchas obtengan resultados, porque las victorias parciales son importantes para elevar la moral del pueblo.
9. La Revolución Socialista es el resultado final y la culminación de un gran número de luchas parciales que convergen cuando " las "capas bajas" no quieren lo viejo y las "capas altas" no pueden sostenerlo al modo antiguo"1. Mientras exista el capitalismo, la clase obrera y los pueblos lucharán por mejorar sus condiciones de vida y laborales, por sus derechos políticos, sociales y democráticos para allanar el terreno a la soberanía popular. Cualquier lucha por la mejora de las condiciones de la clase trabajadora puede ir en dos direcciones. Si crea ilusiones en torno al sistema, el resultado final será la consolidación de la dictadura de los monopolios. Si, por el contrario, despierta la conciencia de las masas, fortalece sus organizaciones, y aumenta la energía para las futuras batallas, crea una correlación de fuerzas más ventajosa para avanzar hacia el Socialismo. Esto depende, en primer lugar, de la dirección que los comunistas sean capaces de imponer a la lucha.
10. Los comunistas desempeñan un papel de vanguardia en la lucha de la clase obrera y de los pueblos, en las luchas de la juventud, esforzándose en formular los objetivos de estas luchas en función de las necesidades de la gente. Si las masas están dispuestas a movilizarse por determinadas reivindicaciones, el deber de los comunistas es ayudarlas de forma activa. Pero también tienen el deber de vincular conscientemente la táctica con la estrategia, de forma que la primera esté al servicio de la segunda, y de asegurarse que la lucha por las reivindicaciones inmediatas sirva a la preparación de la clase obrera para la victoria en términos de poder, por la abolición de la dominación de los monopolios y de la explotación del hombre por el hombre.
11. En el capitalismo, los comunistas luchan por reformas que promuevan los derechos y mejoren la situación de la clase obrera. Como afirmó Lenin, las reformas tienen dos caras: por una parte, una reforma es una conquista desde la perspectiva de la clase obrera. Por otro lado, la reforma puede ser un instrumento para mantener a la clase obrera en el sistema capitalista: "Los reformistas pretenden dividir y engañar con algunas dádivas a los obreros, pretenden apartarlos de su lucha de clase. Los obreros, que han comprendido la falsedad del reformismo, utilizan las reformas para desarrollar y ampliar su lucha de clase2".
12. Al tiempo que los comunistas combaten el oportunismo de derechas, no deben tampoco bajar la guardia ante el peligro del oportunismo de izquierdas En este sentido, resulta incorrecto tratar con menosprecio las luchas diarias por las reivindicaciones inmediatas. Los comunistas se sitúan en la tradición de Marx, Lenin y de la Primera y Tercera Internacional.
Marx subrayó en su lucha con Proudhon, Bakunin y los Lasallistas la importancia de las reivindicaciones inmediatas, incluso a pesar de que consideraba que la Revolución estaba cerca. En el I Congreso de la Internacional en 1866 en Ginebra, los proudhonianos fueron derrotados. El congreso votó a favor de la jornada laboral de ocho horas como reivindicación internacional, y, en 1871, los representantes de la Primera Internacional lideraron en Nueva York la primera manifestación por la jornada laboral de ocho horas. En su Crítica al Programa de Gotha, Marx realizó una virulenta crítica de la "ley de bronce económica" de Lasalle, quien sólo pretende llevar a cabo luchas políticas.
Durante la fundación del Partido Bolchevique en 1903, en un período de incremento de la lucha de clases, Lenin adaptó la táctica a la estrategia, vinculando estrechamente las reivindicaciones políticas y económicas inmediatas y la urgente tarea de derrocar a la autocracia zarista con la Revolución Socialista como perspectiva final. La abortada Revolución de diciembre de 1905 estuvo precedida por un año de protestas y huelgas en toda Rusia, por las libertades civiles, aumentos salariales, la distribución de la tierra, la jornada laboral de ocho horas y la convocatoria de una Asamblea Constituyente elegida por sufragio universal.
En el II Congreso de la Tercera Internacional, Lenin luchó contra el "izquierdismo", enfermedad infantil del comunismo, que niega la necesidad de conquistar la conciencia de las masas mediante una constante lucha política, ideológica y de masas de los comunistas, mediante su trabajo en los sindicatos, el desarrollo de tácticas y el cierre de acuerdos de compromiso, sin desviarse sin embargo del objetivo estratégico.
13. No existe una infranqueable barrera entre las luchas económicas y políticas. Las cuestiones de carácter político inmediato incluyen las demandas de la lucha antiimperialista y de clase, las violaciones de los derechos humanos, los brutales actos de represión y las guerras de agresión imperialista. Problemas como el paro, la congelación de los salarios, la falta de vivienda, el aumento de los precios de los productos y servicios básicos, el deterioro de los servicios sociales, entre otros, surgen en un primer momento como asuntos meramente económicos. Sin embargo, cuando el Partido Comunista y el pueblo los plantean como reivindicaciones de la lucha antiimperialista y de clases, éstos pueden convertirse fácilmente en cuestiones políticas.
Por otro lado, la lucha por el poder popular implica para las masas un reto tangible e inmediato. En el curso de la lucha política se formulan demandas tácticas de reformas básicas y un llamamiento estratégico para el cambio revolucionario. El Partido Bolchevique ganó a las masas para la causa de la Revolución con tres consignas: ¡Paz, Tierra y Pan! (Мир! Земля! Хлеб!), demostrando que el único garante de las mismas era el poder socialista.
14. Cuando la revuelta popular se extiende, la burguesía reacciona mediante ataques a los derechos democráticos y reforzando su aparato represivo. Esto le recuerda a la clase obrera que lucha de clases se libra esencialmente en el plano político, a nivel del poder, ya que las medidas antidemocráticas y fascistizantes sirven para esclavizar a los pueblos oprimidos eternamente. Asimismo, la clase obrera también debe ampliar su visión de sociedad más allá del ámbito económico y unirse en torno a la defensa de los derechos democráticos básicos: el derecho a organizarse frente a los ataques anticomunistas, el derecho a la huelga contra las medidas represivas, el derecho a protestar contra el estado de excepción, los derechos sindicales frente a cualquier restricción de las luchas o de la organización de la solidaridad de clase. Cualquier extensión de la democracia amplía la posibilidad de una lucha de clases más abierta y generalizada. La lucha por la aplicación al máximo y de manera consecuente de la democracia por parte de las masas populares en todos los ámbitos de la sociedad, es un componente esencial de la lucha por el Socialismo.
15. La crisis intensifica la militarización de la economía, prepara nuevas guerras y agudiza la rivalidad interimperialista. Estados Unidos, la Unión Europea y Japón pretenden mantener su control sobre la economía mundial, los recursos naturales y energéticos, el comercio mundial y el sistema monetario internacional. La OTAN aumenta su agresividad y extiende sus operaciones por todo el mundo, en particular hacia el Golfo Pérsico, Oriente Medio, el Océano Pacífico o el Océano Índico. La OTAN siembra y riega las semillas de la guerra. Es imprescindible que los Partidos Comunistas y Obreros combatan mano a mano los pactos de agresión inventados por los representantes políticos de los monopolios, que refuercen el frente de solidaridad con los países y pueblos amenazados por el imperialismo (Irán, Siria, República Popular Democrática de Corea, etc) y que apoyen decididamente a los países y pueblos que se oponen a la injerencia extranjera, a la desestabilización y a las intervenciones militares del imperialismo. Asimismo, deben apoyar con firmeza a Cuba socialista contra el bloqueo imperialista y al pueblo palestino en su lucha por sus derechos inalienables: el derecho a la autodeterminación sin injerencias extranjeras, su independencia nacional y su soberanía, su derecho a regresar a las tierras y a las casas de las que fueron expulsados.
16. En todas estas luchas, los comunistas exponen la perspectiva del derrocamiento del capitalismo por la Revolución Socialista como una necesidad objetiva para mejorar de manera radical y sostenible las condiciones de las masas trabajadoras. Al igual que Lenin, los Partidos Comunistas y Obreros se oponen a la consigna de Bernstein: "¡El objetivo final no es nada, el movimiento lo es todo!". Esto implica que la propaganda sobre la necesidad del Socialismo no se relegue para 'más tarde' ni quede enterrada en documentos internos. Nuestros partidos propagan en las luchas cotidianas la solución del poder popular, de la alternativa socialista, como la respuesta a la crisis y la explotación del sistema capitalista.
Reforzar los Partidos Comunistas y Obreros para estar a la altura de las tareas futuras
17. Nuestros partidos se comprometen a librar la batalla por el progreso social, los derechos democráticos, el internacionalismo proletario, la paz y la protección del medio ambiente, en la perspectiva del Socialismo. Mediante su presencia y su actividad en los sindicatos, en el movimiento democrático, en defensa de la paz y del medio ambiente, los Partidos Comunistas y Obreros aumentan su influencia y destacan que el Socialismo es la puerta para obtener al mismo tiempo el progreso social, la democracia para los trabajadores y la preservación de la naturaleza y de la paz. Y es que ningún logro en estos campos será irreversible mientras los monopolios capitalistas tengan el poder. La presencia del Partido, al lado y a la vanguardia de los trabajadores en sus luchas, no sólo crea las mejores condiciones para fortalecer la autoridad del Partido, sino que también para reclutar nuevos miembros y proletarizarlo.
18. Con el fin de librar las batallas diarias y orientarlas hacia la perspectiva del Socialismo, una tarea primordial para los comunistas consiste en trabajar con energía, perseverancia y obstinación en las organizaciones de masas de los trabajadores explotados, en las organizaciones sindicales. Los sindicatos deben ser las organizaciones de masas de resistencia de la clase obrera. Construir y reforzar esta línea de clase es una prioridad a la hora de lograr una influencia real sobre las masas trabajadoras.
19. Actualmente las condiciones objetivas se encuentran maduras para la construcción de amplias alianzas sociales antimonopolistas y antiimperialistas, con el objetivo de derrotar la ofensiva imperialista y todas sus agresiones, luchar por el poder y por la realización de transformaciones profundas, radicales y revolucionarias.
20. La colaboración internacional entre los Partidos Comunistas y Obreros, así como entre las organizaciones comunistas juveniles, tiene que ir más allá de declaraciones y verse plasmada en una cooperación concreta. Hay que intensificar nuestros contactos con el fin de generalizar lo más rápidamente posible las experiencias de vanguardia. Los logros en el campo del estudio y de la lucha ideológica contra las corrientes reformistas y dogmáticas deben ponerse a disposición de todo el movimiento comunista. El intercambio de información y de artículos entre los órganos de expresión de los Partidos Comunistas y Obreros reviste una especial importancia para mejorar nuestra cooperación a nivel internacional. El debate franco y abierto, desde el respeto a la autonomía de cada partido, debe conducirnos a una unidad política e ideológica más sólida.
¡Viva el internacionalismo proletario!
1 Vladimir I Lenin: La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo. URL: http://www.marx2mao.com/M2M(SP)/Lenin(SP)/LWC20s.html
2 Vladimir I. Lenin: Marxismo y reformismo