En un comunicado, Falk declaró que considerar, como establece el
tribunal, "un lamentable accidente" la muerte de Corrie, que se
interpuso entre la excavadora y una vivienda palestina que iba a ser
demolida, "es una derrota para la justicia y la asunción de
responsabilidades, así como una victoria para la impunidad de las
fuerzas militares israelíes".
El relator de la ONU denunció que el tribunal que exoneró de
responsabilidad al Estado y al ejército israelíes "ignoró el testimonio
de numerosos testigos" que aseguraron que Corrie estaba en la línea de
visión directa del conductor de la excavadora y que vestía un chaleco
reflectante que la hacía claramente visible.
Sin embargo, el pasado martes el tribunal de Distrito de Haifa dio por
buena la versión del ejército israelí de que el sur de Gaza era entonces
una "zona de guerra" y que, por lo tanto, cualquier persona que
estuviera presente en la zona se convertía en posible objetivo.
El tribunal consideró por tanto que no había fundamento para condenar
ni al conductor de la excavadora que mató a Corrie, ni a los mandos
militares en la zona, ni al Estado israelí.
Según el relator especial de la ONU, "el juez Gershon parece refrendar
el punto de vista de un oficial de alta graduación que dijo ante el
tribunal que en la guerra no hay civiles".
Para Falk, "un razonamiento tan impactante es una bofetada a las
Convenciones de Ginebra, que imponen a las potencias ocupantes la
obligación incondicional de proteger a la población civil".
Falk recordó que la Cuarta Convención de Ginebra establece que los
trabajadores humanitarios y los activistas como Corrie "son objeto
específico de protección por parte de las fuerzas ocupantes".
Esta Convención también prohíbe convertir en objetivo propiedades
civiles como la vivienda ante la que murió Corrie, que pertenecía a un
farmacéutico que vivía en ella con su familia.
"Este es un resultado triste, sobre todo para la familia de Corrie que
abrió el caso en 2005, pero también para el imperio de la ley y la
esperanza de que un tribunal israelí pusiera límites a la violencia del
Estado, particularmente en relación con los civiles inocentes y
desarmados en un territorio ocupado", declaró.
Falk relacionó este caso con otros parecidos que han exonerado a las
fuerzas armadas y el Estado de Israel en ataques contra civiles en Gaza o
en el caso de la conocida como "Flotilla de la Libertad", un grupo de
naves procedentes de Turquía que, el 31 de mayo de 2010, fueron
asaltadas por fuerzas especiales israelíes, en una operación en la que
murieron nueve personas.
La familia Corrie anunció que recurrirá ante el Tribunal Supremo israelí, pero el relator especial dijo no esperar resultados.
"Es una burla a la justicia cuando se deja su aplicación a merced de
las luchas partidistas en el sistema judicial israelí. Incluso el
embajador estadounidense en Israel dijo a la familia Corrie que la
investigación militar no fue creíble ni transparente", según Falk.
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