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¿Cómo califica el Partido Comunista de Siria el gobierno de Bachar
al-Assad?
Dr. Ammar
Bagdache: Para el Partido Comunista de Siria, este es un gobierno
patriótico, antiimperialista y antisionista, a pesar de que está claro que en el
orden económico es capitalista. Aunque proclamaba el socialismo árabe, el
Partido Baas (Partido del Renacimiento Árabe Socialista), que era y es la fuerza
dirigente en el gobierno, no era socialista en el sentido marxista de la
palabra. Sin embargo, el Partido Comunista de Siria (PCS) forma parte del Frente
Progresista que ahora está integrado por 10 partidos.
Tenemos un ministro en el
gobierno y consideramos que es la mejor opción en esta etapa. Estamos y siempre
hemos estado, por mejorar el sistema. En el 2005 nos opusimos a una serie de
transformaciones de corte neoliberal, que después se ha comprobado que
facilitaron el caldo de cultivo para crear una capa marginal, de la cual se ha
beneficiado la oposición armada. Se cometieron errores que ahora tratan de
subsanarse.
¿Entre los que combaten por derrocar al gobierno de Bachar al-Assad
hay fuerzas y partidos de izquierda? ¿Existe una opción de izquierda al gobierno
actual?
Dr. Ammar Bagdache: Hay
algunas personalidades, que desde hace tiempo están en el exterior, que fueron
de izquierda, incluso marxistas, pero que después cambiaron. Algunos estuvieron
presos en Siria, pero hoy han renunciado al marxismo, incluso se han aliado a la
Hermandad Musulmana. Otros se han convertido en agentes de las monarquías del
Golfo.
Hay personas que permanecen
dentro de Siria, que se consideran de izquierda y que quieren que se lleven a
cabo cambios y reformas. Pero no son partidos o fuerzas políticas organizadas,
son individualidades y se oponen a la intervención extranjera. El gobierno que
tenemos en Siria tiene una posición constructiva hacia la realización de cambios
importantes, que ya se han comenzado a adoptar, pero la intervención armada
extranjera impide por el momento instrumentarlos con normalidad.
La única opción, si cae el
gobierno actual, es el poder de la Hermandad Musulmana, lo cual constituiría un
gran paso atrás para un pueblo que durante muchos años ha disfrutado de un
sistema secular moderno, que no conoce el sectarismo y que ha vivido sin
tensiones de este tipo. Sin embargo somos optimistas y aunque la lucha todavía
durará algún tiempo, estamos seguros de que no podrán derrotarnos.
¿Cómo evalúa la situación militar?
Dr. Ammar Bagdache: A
medida que paso el tiempo se hace más claro que no podrán derrotarnos. No han
podido, como era su plan, controlar ninguna ciudad importante, a pesar de que
han llegado miles de mercenarios extremistas y salafistas, que cuentan con el
asesoramiento de los servicios especiales de Estados Unidos y de sus aliados de
la OTAN, quienes trabajan desde Turquía, país con el que compartimos una larga
frontera. También cuentan con los recursos económicos y militares que aportan
Qatar y Arabia Saudita. Es evidente que nuestro gobierno está respaldado por la
mayoría de la población. Las fuerzas armadas sirias y las milicias populares se
mantienen unidas y con disposición combativa. Pese a la complicada situación del
país, las instituciones funcionan.
¿Considera que en Libia existía la posibilidad de apoyar a alguna
fuerza revolucionaria o progresista como alternativa al gobierno de
Kadhafi?
Dr. Ammar Bagdache: El caso
de Libia era completamente distinto al de Siria. Aun cuando el pueblo libio
gozaba del mejor nivel de vida de África y tenía el mayor PIB per cápita, la
personalidad de Kadhafi era muy cuestionada, era muy incoherente en sus
posiciones y mantuvo por etapas actitudes anticomunistas. Se había reconciliado
con Occidente, pero no existía ningún partido o fuerza organizada conocida, con
un programa revolucionario, progresista o antiimperialista, al cual se pudiera
dar apoyo como alternativa al gobierno de Kadhafi.
La posición correcta de los
revolucionarios era dejar que los libios resolvieran sus problemas y oponernos
por todos los medios a la intervención de la alianza imperialista y de la
reacción árabe. Nuestro partido no simpatizaba con Kadhafi, pero quien lo
derrocó fue la OTAN, no el pueblo libio y el gobierno que ahora existe en
Trípoli, está subordinado a los intereses imperialistas.
¿Cómo caracteriza el PCS al Hezbollah e Irán, que son un partido y un
país de carácter islámico?
Dr. Ammar
Bagdache: Consideramos que mantienen posiciones patrióticas, en
contra del imperialismo y del sionismo y por tanto los vemos como nuestros
aliados. En el movimiento que liderea el Hezbollah en Líbano también participan
partidos y organizaciones cristianas, sunnitas y hasta marxistas. Existen
musulmanes de distintas posiciones políticas y nuestro partido considera que en
la situación actual en la región lo que define a una fuerza política, es estar
al lado de los intereses del pueblo, ser antiimperialista y antisionista. En
este sentido consideramos a Hassan Nasrallah, dirigente de Hezbollah, un
verdadero revolucionario.
¿Existe la posibilidad de que un partido o fuerza de izquierda
alcance el poder en algún país de la región?
Dr. Ammar Bagdache: No excluimos esa posibilidad.
Todo depende de las masas, del pueblo. En 1958, creo que casi nadie en el mundo
preveía que iba a triunfar una revolución en Cuba, revolución que dos años
después proclamaría el socialismo. El papel de un liderazgo es también
importante y eso no se puede excluir totalmente.
El presidente egipcio Mohamed Mursi, miembro de la Hermandad
Musulmana, según los pasos que viene dando y sus palabras, por ejemplo en el
discurso que pronunció ante la Asamblea General de la ONU en días recientes,
parece que está dando un curso independiente a la política exterior de ese
importante país. ¿Qué opinión le merece esto?
Dr. Ammar Bagdache: Creo
que está actuando de acuerdo con el sentimiento de las masas, del pueblo
egipcio, al cual no puede desconocer. A Estados Unidos, y menos a Israel, no le
debe agradar lo que está diciendo. Posiblemente Mursi esté trabajando para
recuperar el papel dirigente de Egipto en el mundo árabe. Además, es imposible
ser más títere del imperialismo que Mubarak, eso sería muy difícil. Quizás
declaró en la Asamblea General de la ONU que estaba en contra de una
intervención exterior a mi país, porque ha observado la resistencia que está
haciendo el pueblo sirio a la agresión a que es sometido desde Occidente y desde
los países del Golfo. Eso puede influir en sus posiciones. Habrá que observar su
actuación en lo adelante para ver si se mantiene en una línea discrepante de
Estados Unidos e Israel.
¿Cuál considera que debe ser la posición de la izquierda
internacional, de los revolucionarios, respecto a la clara intervención del
imperialismo y de la reacción árabe para producir cambios de régimen?
Dr. Ammar Bagdache: Nuestro partido estima que
las fuerzas revolucionarias y progresistas internacionales deben apoyar a los
gobiernos y partidos antiimperialistas y antisionistas frente a la agresión de
la reacción, frente al imperialismo y su política intervencionista e
injerencista, violadora de la legalidad internacional. Eso es lo que define una
posición de principios y revolucionaria en nuestros días. No es posible ser de
izquierda o decir que se es progresista y revolucionario, y coincidir con lo que
dicen y hacen Hillary Clinton, los corruptos monarcas del Golfo o los dirigentes
de la OTAN.