"La tarea de la unidad se proyecta en el componente social de las movilizaciones por la paz y en la importancia de incidir en los comicios locales de 2015. Unión Patriótica, Marcha Patriótica, Congreso de los Pueblos, el PCC y la JUCO junto con todos los reagrupamientos y realinderamientos de la izquierda actual están llamados a establecer adecuadas formas de entendimiento para materializar la tarea."
Texto de la Declaración del Comité Central del Partido Comunista Colombiano, reunido en Bogotá, los días 15 y 16 de agosto de 2014
El pleno del Comité Central, reunido en Bogotá, DC, los días 14 a 16 de agosto de 2014, abordó el análisis del reelecto gobierno de Juan Manuel Santos; el avance y perspectiva del proceso de diálogo; la situación de la lucha obrera, agraria y popular; y las posibilidades de nuevos pasos en la vía de la unidad. En tal sentido aprobó el informe presentado por el Comité Ejecutivo. El pleno conoció, además, el informe rendido por la ex senadora Gloria Inés Ramírez sobre la labor cumplida en los últimos cuatro años, destacó su trabajo en beneficio de los trabajadores, de la mujer y su decidida lucha por la paz, por lo cual el pleno la felicita y la exalta como una ejemplar militante comunista.
El triunfo electoral de Santos en segunda vuelta, tras su derrota en la primera, se explica principalmente por su manifestación de compromiso con la solución política y el apoyo de sectores populares y de izquierda. La oposición democrática aportó en concreto cerca de dos millones de votos para derrotar a la ultraderecha uribista, asegurar la continuidad del diálogo y su ampliación a las demás guerrillas revolucionarias.
Como lo previó el PCC, los hechos vienen demostrando la continuidad del proyecto económico-social de clase, la limitación extrema de su visión democrática y su concepción estrecha del proceso de paz condicionado a la opción de una solución militar.
El uribismo ganó la primera vuelta presidencial e irrumpe como expresión organizada de la ultraderecha, con proyecto político-económico propio, indiscutibles influencias en el conjunto del aparato estatal y en importantes instituciones como las Fuerzas Militares. Representa un serio peligro en favor de la solución militar, la mayor represión, criminalización y estímulo a las provocaciones contra la izquierda. Con miras a las elecciones de 2015, anuncia que buscará recuperar y consolidar poder en los gobiernos locales.
La izquierda retrocedió en los comicios parlamentarios pero repuntó en la primera vuelta presidencial con la coalición UP-PDA. Dio su voto por la solución política y el diálogo, pero no para hacer parte del gobierno. Santos ha conformado un gabinete con tecnócratas y clientelas de la coalición de derecha que postuló su nombre.
Proceso de paz y continuismo
Persisten el modelo económico y la política neoliberal que con adaptaciones le sirve de fundamento. No hay indicios de una reforma democrática en lo referente al sistema político y de representación, a la administración de justicia, a la política de seguridad y a otros campos de la vida social. El carácter autoritario, militarizado y policivo del régimen, con su fachada electoral, tiende a ahondarse en los diseños reformistas.
La alineación con los intereses geopolíticos del imperialismo se mantiene, tanto en lo concerniente a la subordinación a la política de contención de proyectos políticos alternativos en la región, especialmente con el impulso a la Alianza del Pacífico, como en la inclusión en las políticas subregionales de seguridad, defensa y en el recientemente ratificado convenio con la OTAN.
La apelación a la Tercera Vía es la idea de la paz sin cambios y del cambio sin reforma, el intento de una política de cooptación de sectores democráticos y de izquierda que contribuya a neutralizar la previsible movilización social, a detener la posibilidad de una inflexión política hacia la real democratización del país y a darle una mayor estabilidad a la dominación de clase.
Plataforma para la paz
Con la idea de la llamada “paz total”, Santos enmascara la pretensión cada vez más desesperada de imponer su modelo de negociación de la guerra contrainsurgente de baja intensidad según el modelo del Comando Sur. La ambigüedad de negociar en medio de la guerra refleja la táctica perversa de mantener un pie en el diálogo y el otro en la solución militar. La idea de que la “paz es la victoria” da cuenta de una aspiración de las clases dominantes consistente en que la solución política simplemente cumpla la función de aclimatar los negocios y el crecimiento económico, sin cambios ni reformas democráticos.
Sin embargo, pese a los altibajos y continuas amenazas de suspensión, el proceso de paz iniciado hace cerca de dos años no solo se mantiene sino que registra notorios avances en tres acuerdos parciales importantes que aproximan la posibilidad real de una culminación exitosa. El punto sobre víctimas, actualmente en desarrollo, reabre el debate sobre las causas de la guerra, la importancia decisiva de establecer la verdad histórica, la responsabilidad de las políticas de Estado inspiradas en las doctrinas del enemigo comunista a combatir, y la necesidad de luchar por desterrar la impunidad, incluida la de altos gobernantes del bipartidismo, mandos y sectores empresariales.
La movilización popular por la paz es el principal factor de presión social para exigir el respeto de los acuerdos, el desenvolvimiento consecuente y justo del proceso de solución política hacia los acuerdos. Planteamos una plataforma inmediata en defensa del proceso de paz. Se trata de que el gobierno desista de su propósito de imponer decisiones no construidas en consenso por la mesa de diálogo (verbigracia: marco jurídico, referendo). Que cesen los bombardeos, ametrallamientos aéreos y operativos de escalamiento y degradación de la guerra.
Que se establezca el cese al fuego bilateral. Que se amplíe el espectro del diálogo al ELN y el EPL. Que cesen los “falsos positivos” y la complicidad para trasladarlos a la Justicia militar. Que se reconozca la situación de los presos políticos, de conciencia y sociales en relación con torturas, maltrato, debido proceso y libertad. Que levante la bandera por el fin de la impunidad, la defensa de la memoria y los derechos de todas las víctimas y la superación de las causas socioeconómicas, políticas, culturales e ideológicas de la victimización.
Movimiento por la paz y frente amplio
La tarea de un amplio movimiento por la paz, frente a un poder constituido renuente a cualquier posibilidad de cambio, es contribuir a redefinir una correlación de fuerzas para neutralizar las amenazas y presiones contra el proceso, promover la intervención popular con sus reivindicaciones y movilizaciones propias, y ensanchar el campo de fuerzas favorable al cambio democrático.
En el momento actual han surgido iniciativas conducentes a un frente amplio por la paz con justicia social. El 21 Congreso planteó su forma como una convergencia de movimientos, fuerzas políticas, luchas sociales, personalidades y procesos que coinciden en el apoyo a la solución política, que rechazan la solución militar, que vinculan la paz con la democratización del país y la necesidad de profundas reformas que permitan superar las desigualdades, garantizar los derechos plenos al conjunto de los ciudadanos.
No existe una fórmula única. Aparecen convergencias regionales caracterizadas por su amplitud y como contenido el propósito compartido de trabajar por puntos de la plataforma de paz, junto con las reivindicaciones y reclamos críticos como las problemáticas relacionadas con la defensa del agua, de los páramos, el rechazo a la locomotora minera, el derecho de indígenas, afros y campesinos a decidir sobre el valor de uso de sus territorios, entre otros temas.
El Frente Amplio por la Paz hace parte inseparable de las iniciativas de unidad que alimentan las organizaciones populares y la izquierda unitaria. Es fundamental su fortalecimiento en el apoyo militante a la Cumbre Agraria y a sus acciones de masas. Tiene especial relieve su proyección en las luchas de los trabajadores, del movimiento sindical clasista y de la CUT. En la reanimación de las luchas estudiantiles de la MANE, del profesorado universitario, del magisterio, de importantes y representativos núcleos de la cultura y la intelectualidad.
La coordinación nacional provisional ha hecho pronunciamientos que resaltan el valor de la movilización de masas por los objetivos de la plataforma de paz. Su amplitud y eficacia tendrá relación con la amplitud de sus iniciativas de consenso. En proyecto está una gran movilización nacional por la paz en el mes de octubre. También como propuesta unitaria el Congreso Constituyente por la Paz del 15 al 17 de noviembre.
Unidad activa de la izquierda
Los acercamientos en la izquierda unitaria deben contribuir a consolidar el bloque popular alternativo de soporte, iniciativa y dinámica del Frente Amplio por la Paz. Un logro significativo fue el positivo resultado de las candidatas en la fórmula presidencial PDA-UP el 25 de mayo. Asimismo son útiles las reflexiones, debates fraternales y francos en torno a los temas programáticos, de métodos, de táctica y estrategia, en tanto ayuden a encontrar vías prácticas para la unidad de acción con identidades de plataforma y de modos de actuar conjuntos.
Sin renunciar a la amplitud, la izquierda política, social y cultural puede cumplir una función activa en la promoción de la participación popular para hacer del proceso de paz un proceso transformador que ayude a la redefinición de la correlación de fuerzas para la construcción de la paz democrática. La perspectiva de la unidad más amplia apunta a la necesidad del cambio político en el poder, al proceso constituyente y a la convocatoria de una asamblea nacional constituyente, así como a la intervención popular consciente en la refrendación de acuerdos de paz.
La tarea de la unidad se proyecta en el componente social de las movilizaciones por la paz y en la importancia de incidir en los comicios locales de 2015. Unión Patriótica, Marcha Patriótica, Congreso de los Pueblos, el PCC y la JUCO junto con todos los reagrupamientos y realinderamientos de la izquierda actual están llamados a establecer adecuadas formas de entendimiento para materializar la tarea.
De nuestra parte pondremos todo el empeño para superar el apego a viejas formas de actuación, plagadas de dogmatismos, sectarismos y fijaciones, que entorpecen unas relaciones fluidas para alcanzar altos niveles de unidad con vocación de poder y esperamos que otros correspondan de igual manera. Trabajaremos por la reforma de la ley 1475, el estatuto de la oposición, el voto electrónico y especialmente por concretar la personería de la Unión Patriótica, el reconocimiento pleno de sus derechos y su fortalecimiento como movimiento político unitario en desarrollo.
El pleno expresa su respaldo a las movilizaciones en desarrollo del pueblo colombiano. Llama a la solidaridad y apoyo al Movimiento Étnico y Popular del Pacífico Nariñense y Caucano, que adelanta un justo paro contra la corrupción y por la paz.
El VI Congreso Nacional de la CUT tiene lugar en un momento trascendental de la lucha por los cambios democráticos, los procesos constituyentes y el papel central del movimiento obrero en la batalla por la paz. Hacemos un llamado a todos los sectores clasistas del movimiento sindical a participar en el Encuentro Alternativo de 12 al 14 de septiembre en Bogotá para concertar la plataforma de acción unitaria en el Congreso de la Central.
En este contexto, la lucha de la Unión Sindical Obrera y su pliego reclama de Ecopetrol y del Estado, al lado de sus exigencias convencionales, el rescate de una política patriótica en materia de hidrocarburos que hoy se ha hecho cómplice del saqueo transnacional, de la locomotora energética y la destrucción ecológica.
El Congreso de la Juventud Comunista convocado para el mes de diciembre es una cita importante de la juventud revolucionaria de Colombia en su compromiso con el logro de una paz con libertades, derechos para todos los jóvenes, educación gratuita y de calidad, empleo y derecho a la objeción de consciencia. El PCC prestará todo su apoyo a la realización exitosa de este magno evento.
El pleno saluda a los presos políticos, a los compañeros David Rabelo Crespo, Húbert Ballesteros y especialmente a la compañera Liliany Obando, puesta en prisión nuevamente sin miramiento por su condición de mujer y madre. Les expresa su solidaridad en la lucha por su debido proceso y libertad. Igualmente rechaza la destitución por la Procuraduría del profesor Miguel Ángel Beltrán como una forma infame de persecución al pensamiento alternativo.
Frente a la agresión al pueblo palestino de Gaza el pleno reafirma el llamado a la movilización, la protesta, la solidaridad y la presencia en la coordinación de iniciativas, en particular para reclamar del gobierno colombiano una postura de independencia, dignidad y diferenciación con Washington, empezando por el reconocimiento formal del Estado palestino.
Partido Comunista Colombiano
Comité Central
Bogotá, D.C., agosto 16 de 2014