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L’1 de novembre de 2014, el Partit dels i les Comunistes de Catalunya va acordar la seva dissolució com a partit polític i la cessió de tot el seu capital humà, polític i material a una nova organització unitària: Comunistes de Catalunya.

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 A continuación publicamos la Resolución del Comité Central del Partido Comunista de la Federación de Rusia (PCFR) con motivo de cumplirse, el pasado 29 de diciembre del 2012, el 90º aniversario de la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

«El 29 de diciembre de 1922 se reunían las delegaciones de las repúblicas socialistas de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Transcaucasia. Aquel día, los representantes de estas repúblicas firmaban el Tratado de Creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Al día siguiente, el Congreso de los Soviets aprobó la declaración de establecimiento de la Unión Soviética.
El surgimiento de la Unión Soviética en el mapa político se convirtió en un importante acontecimiento, no sólo regional, sino de importancia mundial. Su creación fue la continuación directa de la obra de la Revolución de Octubre. El régimen monárquico y burgués de Rusia se estrelló en 1917. El antiguo imperio se encontraba en un callejón sin salida y su clase dirigente se mostraba absolutamente incapaz de afrontar los nuevos desafíos históricos. Las contradicciones no sólo no fueron resueltas, sino que fueron agudizándose durante décadas. El sistema económico mantenía rasgos feudales y patriarcales que no soportaron la tensión de la guerra mundial. La burguesía se fortalece en esa situación, a costa de aumentar la explotación a la clase obrera. Rusia estaba destinada a ser controlada por el occidente capitalista e imperialista.
Para salir de ese "impasse" histórico se produce la Revolución Socialista de Octubre. El establecimiento del poder soviético y la construcción del socialismo llevaron a una fuerte unidad de los pueblos. El Partido Comunista fue capaz de organizar toda una lucha de masas de distintos orígenes nacionales. Tras la victoria contra los invasores extranjeros y las fuerzas de la reacción, Rusia ejerció su derecho de autodeterminación y pasó a formar parte de la Unión.
El país de los soviets se convirtió en un Estado de nuevo tipo. Por primera vez en la historia de la humanidad, se intenta llevar a la práctica la tesis de la igualdad humana. Esto permitió revelar un enorme potencial creativo en un Estado multinacional. Los logros económicos fueron evidentes, la producción se multiplicaba. El éxito fue importante en ciencia, educación y cultura. Durante un corto periodo, la URSS logró unos resultados impresionantes.
Los conflictos religiosos y étnicos se resolvieron. El Estado hizo todo lo posible por proteger las características nacionales de todos los pueblos: la lengua, tradiciones, cultura... Nacía así la Civilización Soviética de carácter multinacional, como resultado del desarrollo del socialismo en los distintos pueblos soviéticos.
Sobre la base de la propiedad pública de los medios de producción, nacía un nuevo tipo de persona. El hombre soviético combinada armoniosamente sus necesidades de autorrealización creativa con el respeto a los intereses de la sociedad. Esto generó una fuerte unidad en los días difíciles de la Gran Guerra Patria. En 1941, todos los pueblos de la Unión Soviética salieron en defensa de la Patria Socialista. La dura prueba de la Guerra demostró la evidencia de la amistad entre los pueblos, el patriotismo y el internacionalismo proletario.
La Unión Soviética tenía cada vez más prestigio a nivel internacional. A mediados del siglo XX, la URSS supera rápidamente las consecuencias de la guerra, convirtiéndose en una superpotencia. El poder económico y político de la URSS contribuyó a la capacidad de la ONU para romper con el colonialismo. La URSS tenía un crecimiento económico sostenido y grandes logros en ciencia, educación, arte y deporte.
La destrucción de la URSS se llevó a cabo por la fuerza. Se hizo en contra de la voluntad de sus ciudadanos, que de forma explícita se mostraron favorables al mantenimiento de la URSS en el referéndum del 17 de marzo de 1991. Un papel clave en la destrucción del estado soviético, lo jugaron las fuerzas reaccionarias desde el extranjero. La clave del éxito de la contrarrevolución fue la restauración del sistema capitalista.
El salvajismo capitalista llevó a los pueblos soviéticos grandes pérdidas económicas y demográficas. La producción agrícola e industrial se desplomó. La calidad de vida empeoró para la mayor parte de la población. A menudo, estos procesos fueron acompañados de sangrientos conflictos étnicos: Taiyikistán, Abjasia, Osetia o Transnitria. La hostilidad étnica, el bandolerismo y el terrorismo se introdujeron. Millones de personas sufren el desempleo, la pobreza y la disminución de acceso a la cultura, educación o sanidad.
Como hace un siglo, nuestros pueblos tendrán que encontrar una  nueva manera de salir de este "impasse" histórico. En la nueva crisis del sistema capitalista, la experiencia soviética se hace más relevante. El Partido Comunista tiene respuesta a todos los conflictos que sacuden el país. Queremos cambiar la política económica y social en favor de las masas trabajadoras.»